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Cárcel de Riobamba bajo investigación Se presume que tanto directivos como guías penitenciarios podrían estar implicados |
Dos cabecillas del grupo criminal Los Lobos, conocidos como alias “Valarezo” y “Pocho”, han sido señalados como los verdaderos controladores del Centro de Rehabilitación Social de Riobamba. De acuerdo con los testimonios de Daniel y Noé Salcedo, estos líderes manejan todo lo que ingresa y ocurre dentro del penal, desde objetos mínimos hasta el acceso de personas.
Los hermanos aseguraron ante la Fiscalía que “Valarezo” y “Pocho” dirigieron las operaciones internas y fueron quienes ordenaron el ataque en su contra, ocurrido el 24 de junio de 2025. Desde la cárcel 4 de Quito, donde fueron trasladados tras el atentado, Noé Salcedo declaró: “Ellos son los jefes de la cárcel, no se puede pedir nada sin su aprobación. Su control va desde una aguja hasta una mujer”. También señaló que, al llegar al penal, mantuvieron reuniones tanto con la directora encargada como con los cabecillas, para establecer las reglas internas y garantizar que todo se mantuviera “en calma”.
Las finanzas de la prisión, revelaron, están ligadas a cuentas bancarias manejadas por “Valarezo” y “Pocho” bajo nombres como Diego Bermeo y Walsaki. Los ingresos provienen del tráfico de drogas, extorsiones y cobros por permisos o servicios internos, que van desde una salida médica hasta el acceso a alimentos especiales.
Este caso exponen la red de poder y corrupción que impera en las cárceles del país, donde cabecillas como “Valarezo” y “Pocho” controlan la seguridad, las operaciones económicas y la logística interna, con una supuesta tolerancia de las autoridades penitenciarias.
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